lunes, 3 de marzo de 2014

Circo criollo ¿ELOGIO O ADVERTENCIA? Quienes se hayan tomado el trabajo (que no es tal, porque son muy divertidas), de comparar esta última intervención de la señora Presidenta, inaugurando las sesiones del Congreso, con las primeras, habrá notado grandes diferencias. La primera y principal es que hoy está mucho más suelta que al principio. Lo cual puede atribuirse a una de estas razones. Una, que ya está cancherísima, se le pasaron los nervios, sabe que habla para los giles y en consecuencia le da lo mismo inaugurar estas sesiones anuales que tomarse unos mates con toronjil. Y la segunda, acaso más cercana a la verdad que la primera, sea que finalmente descubrió y aceptó que las circunstancias la superan, que el nietito le interesa mucho más que la Rosada y que un tercer mandato es casi tan imposible como que Gimnasia pueda campeonar este año o cualquier otro. Y en consecuencia ha decidido tomarse el cargo con calma, siguiendo el consejo de los médicos, así como confiar en la sabiduría de su hijo Máximo, que se ha mostrado como todo un talento dirigiendo La Cámpora y poniéndole los puntos sobre las íes a este agrandado de Tinelli. Tal vez a eso y no a ninguna otra cosa, se deba la graciosa expresión que usara para referirse al ministro de Economía, o sea a “Patilla” Kicillof, como se lo conoce en el barrio, a quien le dijo, remedando un viejo aviso comercial, que “es chiquito pero cumplidor”. Lo que no sólo es muy divertido sino que tiene su miga, ya que detrás de esa chanza hay todo un mensaje escondido. Para lo cual basta con recordar a qué se refería el aviso remedado por la Señora, el cual era propaganda, muy pegadiza por cierto, de las pastillas del Dr. Ross. ¿Y para qué servían esas pastillas? ¿Para recuperar la memoria? ¿Para bajar la presión? No, para nada de eso: para evacuar con prontitud o sea que las dichosas pastillas era un remedio extraordinario contra el estreñimiento. Ahora bien, si a alguien le puede parecer que ser mencionado como evacuador forzado de intestinos cerriles es un elogio, allá él, Pero más bien parece, si no una reprimenda, acaso una advertencia. Porque no hay que olvidar que este joven talento es el autor de la última devaluación, de los “precios cuidados” , del pago a los gaitas de miles de millones de dólares por YPF y de un virtual acatamiento a un tope para las paritarias (con lo que el gobierno de Cristina se pondría a resguardo de un “rodrigazo”), es decir de una endeble madeja de medidas destinadas a aliviar el tránsito hacia el 2015 y hasta de darle chances a la Presidenta de elegir su sucesor. Y así evitar que a la Rosada llegue un fulano que no sólo reponga a Colón en su pedestal, sino que se proponga averiguar cosas raras. Por ejemplo, cómo hicieron tanta guita los Kirchner, los Boudou, los Báez, los López y tantos más, para quienes la última década fue, efectivamente, una década ganada. Y no todos, seguramente, como la Señora, por haber sido nada más y nada menos que una abogada exitosa. Por eso la referencia a este otro K como “chiquitito pero cumplidor”, parece un elogio pero bien puede incluir una meta mensaje casi siniestro. Ya que, admitámoslo, que a un tipo lo comparen con una medicación contra el estreñimiento no deja de ser preocupante. Por lo tanto lo que tal vez haya querido advertirle la Señora acaso sea algo así como: “si le errás como a las bochas, los precios cuidados duran tanto como el pan a 2,80 de Guillermo Moreno y los sindicatos nos meten un paro general, vos me evacuás el Ministerio como si te hubieras tomado la célebre y cumplidora pastillita. ¿Entendiste, Patilla?” El reo de la cortada de San Ignacio estaba muy serio y callado, lo que los que lo conocen atribuyeron a la reciente derrota de los Cuervos ante los Millonarios. Pero la verdad de su estado de ánimo se descubrió muy pronto. Fue cuando, en voz muy baja, casi en un susurro, le preguntó al tipo que tenía al lado: “Maestro ¿cómo dijo que se llamaban esas pastillitas?”

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