martes, 6 de agosto de 2013

Circo criollo LA FOTO EQUIVOCADA La visita de la Señora al Sumo Pontífice en Río, acompañada por el intendente Martín Insaurralde, ha causado fuertes críticas de la oposición debido al uso electoral que el FPV hizo de ese encuentro. Sin embargo la bronca de los contreras no tiene, ni por asomo, la dimensión que alcanzó en las propias filas del oficialismo. Con sus buenos motivos, como podrá verse de inmediato. Porque la visita al Papa en compañía de un candidato K pagaba, por decirlo con una antañona expresión burrera, dos mangos, ya que esa foto podía significar el triunfo en las próximas elecciones, debido al apoyo de la grey católica. Pero se planteaba un problema; no podía llevar a todos los candidatos de su partido, tenía que elegir. Y eligió a uno, al intendente de Lomas de Zamora. Y precisamente de ahí, de esa decisión, viene la bronca. Porque, se preguntan todavía hoy en las filas K, ¿para qué llevar precisamente a este mozo, cuando le va tan bien en las encuestas gracias a su buena gestión municipal y al simple pero efectivo expediente de recordar que padeció un cáncer que lo dejó calvo y del que hoy está recuperado? Con sólo eso tal vez le alcance y hasta le sobre para superar a su rival, el intendente de Tigre, Sergio Massa. Al que sólo le queda, para conservar el liderazgo en el fervor popular, ocultar su buena salud y exagerar los padecimientos sufridos por un supuesto robo en su domicilio. Argumentos notoriamente inferiores y resueltamente menos dramáticos que los del lomense. Y esto sin contar con que se dice que el asunto del robo es trucho. En otras palabras y para explica mejor el disgusto de la muchachada K: ¿para qué llevar a este muchacho Insaurralde a ver al Papa y sacarse la foto con él, si las encuestas ya lo estaban dando con un caudal como para arañar un empate y hasta para imponerse a su rival? Así, en caso de triunfar, todos elogios habrían recaído en su brillante gestión municipal, en su tumor, en su felicísima recuperación y, por sobre todo, en la muñeca de Cristina. En cambio, de darse ahora, el próximo domingo, un buen resultado para este muchacho, ¿cómo evitar que todos digan que no fue ni por su gestión municipal, ni por el cáncer y menos por la Presi, sino gracias al jeringazo papal? Si, del Papa argentino, del hincha de Sanlo, el mismo que, hasta ayer nomás fuera, para los K, el insufrible cardenal Bergoglio. Cosa que no ha cambiado, por más que le regale escarpines brasileños para su nietito. Dicho de otra manera, esta visita al Papa de la Señora en compañía de Insaurralde, fue un desperdicio. Cuando, como lo dicen bien claro las encuestas, había otros candidatos a los que el viaje a la cidade maravilhosa en procura de la bendición papal, les hubiera venido realmente de rechupete, porque andan más caídos que un billete de cien. Y de allí la bronca que hay en el kirchnerismo. Donde, aunque ninguno abra la boca, no sea que después los persiga la AFIP y les pregunte de dónde sacaron la guita, saben muy bien quién podría haber sido el candidato ideal para acompañarla: Daniel Filmus, el tipo con menos chances de ganar en su distrito y el que, para peor, goza de una salud de fierro. ¡Ni caspa tiene el hombre! “Un momento –dijo el reo de la cortada de San Ignacio poniendo su gesto más serio-. Paren la mano. Al Papa sólo se le puede pedir un milagro por vez. Y primero, antes que cualquier otro, de que gane Filmus o de que la Cristina aprenda inglés, Francisco, como buen cuervo que es, tiene que sacar campeón a Sanlo. ¿O no?”

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